Hace unos días os contaba mi aventura con una creacionista (Eva) con la que estuve charlando un rato acerca de la evolución, la creación, Dios y demás. En el capítulo anterior mi amiga creacionista trataba de convencerme de la imposibilidad de la macroevolución. Era Dios quien había creado a los diversos seres vivos del planeta, cada uno con sus peculiares características. Y nosotros, torpes humanos, simplemente lográbamos copiar algunos de sus diseños para generar nuestra tecnología.
Llegados a este punto, me abrió el panfleto que traía por un capítulo titulado “Mitos y realidades de la evolución”. Así que seguimos…
Eva: Vayamos al tema de la Teoría de la Evolución. ¿No crees que requiere más fe esta teoría que la creencia en Dios? La microevolución parece que existe y está demostrada pero no la macroevolución. ¿Cómo explicas la biodiversidad actual? Las mutaciones permiten pequeños cambios en las especies pero no generan nuevas especies. Nunca se ha demostrado tal cosa.
Gonn: Bien, ¿qué entiendes por micro y macroevolución?
E: Pues la microevolución hace referencia a los pequeños cambios o mutaciones que sufre una especie y la macroevolución hace referencia a los grandes cambios que dan lugar a nuevas especies.
G: Pero esos grandes cambios también son mutaciones. A mi entender, hablamos de la misma cosa. El parámetro que diferencia a una de otra es el tiempo. En cortos espacios de tiempo veremos procesos de microevolución y en grandes lapsos de tiempo, puesto que el número y acumulación de mutaciones habrá sido mayor, veremos procesos de macroevolución.
E: Eso no ha sido demostrado. Nunca se ha visto una mutación que dé lugar a una especie nueva.
G: Por supuesto. Si lo que estás proponiendo es una mutación que convierta un pez en una rana, efectivamente, no creo que lo vayamos a ver. La macroevolución, como he tratado de explicarte, no dice eso. Su efecto se debe a la suma de muchas mutaciones producidas a lo largo del tiempo. Lo que no ha sido demostrado de forma directa y rotunda es la descripción de dicho proceso, ya que requiere miles, sino millones de años en producirse. Lo que tenemos son evidencias indirectas de que eso ha sido así y hasta ahora, ninguna prueba en contra. Y con una sola sería suficiente para tirar abajo la teoría. Y desde luego, no tenemos la más mínima evidencia, ni siquiera atisbo, de que exista un diseñador.
E: Bien, si dices que no se ha demostrado, requieres la misma fe para creer en la macroevolución que en un diseñador…
G: Y dale… De la macroevolución tenemos evidencias indirectas, de un diseñador, no. Para empezar tenemos la microevolución, la cual parece no causarte ningún trauma. Si dicha microevolución la alargamos en el tiempo, llegamos a un incremento y acumulación de mutaciones muy superior. Por otro lado, nos encontramos en muchos casos fósiles que vienen a ser especies intermedias entre dos especies. Y por último, existen otros mecanismos evolutivos como la simbiogénesis, la recombinación, el equilibrio puntuado o la transferencia horizontal de genes que también parecen implicados en estos procesos macroevolutivos. No se trata de fe, sino de datos, información, hechos.
E: A mi parecer todo eso requiere la misma fe que creer en Dios. Y ya puestos, prefiero creer en Dios.
G: Pero no se trata de preferencias. Se trata de estudiar los datos existentes, analizarlos y ver qué conclusión encaja mejor con la realidad. Ponle que te doy la razón. Vale, de acuerdo, la macroevolución no está probada. O mejor, hay una serie de pruebas que la desmienten. Perfecto. Yo como científico lo que haría sería desecharla como teoría. Pero no por ello, me voy a quedar con una teoría nueva porque la “prefiera”. No, no funciona así. Cada teoría debe aportar sus propias pruebas. ¿Qué pruebas aporta la teoría del diseñador inteligente? De momento no me has dado ninguna.
E: El diseño inteligente es obvio si observamos la complejidad de los seres vivos. Al igual que una máquina tiene diversas partes y cada una tiene una función concreta, los seres vivos son iguales. Cada órgano, cada miembro y cada célula cumplen sus funciones perfectamente. Eso no puede provenir del azar. Tiene que haber sido diseñado por Dios.
G: Vale, tú haces una observación, la complejidad de los seres vivos. Pero no puedes buscar la explicación con un simple “lo más obvio”. Como nosotros, los seres humanos, diseñamos máquinas complejas y los seres vivos son complejos, los seres vivos son diseñados. Es un silogismo sin sentido, si no viene avalado por pruebas. Y suponiendo que encontráramos pruebas de que ha sido así, aún tendrías que demostrar que hemos sido diseñados por Dios y no por unos extraterrestres… Yo me imaginaba que ibas a hablarme de la complejidad irreducible…
E: Ah sí, eso también. Pero vamos al segundo mito de la evolución. [Señala en el libro una nueva sección que se llama: “Mito 2: La selección natural condujo a la creación de nuevas especies”.] La selección natural dice que las especies mejor adaptadas son las que sobreviven y las demás se extinguen. Aquí se menciona un ejemplo que pone en entredicho esa afirmación. [Aquí la mujer se hizo tremendo lío tratando de explicar un experimento con pinzones donde parece que en una isla donde convivían dos tipos de pinzones con pico pequeño y grande. El de pico pequeño predominaba hasta que hubo una sequía, momento en el que empezó a predominar el de pico grande. Al año siguiente ya no hubo sequía y volvió a predominar el de pico pequeño... O algo así] Los pinzones no se han transformado en nada nuevo. No son especies nuevas creadas por la selección natural.
G: La selección natural NO crea nada. Selecciona entre lo que ya existe. Y lo que me cuentas es un claro ejemplo de ello. Los pinzones de pico pequeño están mejor adaptados al ambiente de la isla. Pero al producirse una sequía se ven desfavorecidos por alguna razón, que habría que estudiar. Cuando la sequía finaliza, se vuelven a las condiciones anteriores y predominan de nuevo los pinzones de pico pequeño. Esto no contradice la selección natural. De hecho es un buen ejemplo.
E: Pero es que no se ha extinguido ninguno. Y sobreviven unos y otros. No es coherente.
G: Pero vamos a ver… Cuando hay sequía, predominan unos y cuando no la hay predominan otros. Si la sequía perdurara en el tiempo, habría que ver qué pasa. Pero si viene y va, en periodos cortos, no da tiempo a que se extinga nadie.
E: Bueno, vamos al último mito. El registro fósil es una invención para justificar la macroevolución. Parece que se han desenterrado miles de millones de fósiles y no hay evidencia de que existan especies intermedias entre ellos.
G: Bueno, eso es muy discutible. El número de fósiles no lo sé, pero creo que el número de especies fosilizadas descritas ronda los 250.000, que es el número relevante. Esto es muy poco si atendemos al posible número de especies actuales, cerca de 10 millones, o al número de especies totales que ha habido en la tierra, un número muy superior. Por tanto, el registro fósil no es para nada amplio. Y por otro lado, sí que existen diversos ejemplos de especies intermedias como el Tiktaalik o el Archaeopteryx.
E: Decías que te habías leído la Biblia…
G: Vaya cambio… Sí, el Antiguo Testamento entero y del Nuevo Testamento, la mayor parte.
E: ¿Y no crees que el Génesis se ajusta bastante bien a los hallazgos científicos realizados por el hombre?
G: Bueno, un texto tan subjetivo da lugar a lo que uno quiera interpretar. ¿Cómo lo interpretas para sacar de ahí que el Universo fue creado hace unos 13.700 millones de años y la Tierra hace unos 4.500 millones de años o la vida hace unos 3.800 millones de años, que es lo que dice la ciencia?
E: El problema es que los fundamentalistas han hecho mucho daño, diciendo que el mundo se había creado en 6 días (…) No obstante, aunque no detalle los millones de años, se adapta a lo que dice la ciencia. Ya sería para tenerla en cuenta…
G: Pero si ya tenemos libros de física que nos explican con gran detalle cómo fueron las cosas, no necesitamos ningún libro de hace más de 2000 años que trate de explicárnoslo, y menos, con textos tan subjetivos. Está bien como historia que refleja unas costumbres y unas ideas de aquella época, pero a la ciencia le sirve de muy poco. Además, ¿qué necesidad hay de mezclar ciencia y religión?
E: Pues la hay, porque la gente cada vez cree más en la ciencia y menos en Dios. Y es un modo de acercarse y hacer ver que Dios está ahí, con ciencia o sin ella.
G: Cada cual evangeliza como quiere o puede…
E: Por último, Gonn, ¿crees que la vida tiene un sentido? Es decir, ¿estamos destinados a algo superior?
G: No sé si te estoy entendiendo…
E: Pues que no es lógico que nuestra vida no tenga sentido y que estemos aquí de paso.
G: Ah, ok. Yo así lo creo. No veo finalidad en nuestra existencia.
E: Pero la Biblia nos ilustra a ese respecto. Incluye una promesa de vida en un mundo libre de caos y conflictos… libre incluso de la muerte. Millones de personas aseguran que nada aporta tanto sentido a su vida como su fe en Dios. ¿Son acaso fantasías?
G: A mi juicio, sí. Ninguno me puede demostrar que Dios existe. Además, ¿cuál de los dioses de las más de 2.000 religiones que hay en el mundo? Eso creo que es indemostrable. Y por fe no llegamos a ningún lado porque tendría que decidir en qué Dios creer, lo cual no creo que tenga mucho sentido.
E: Bueno, parece que no te convenzo.
G: Ni yo a ti.
E: En cualquier caso, gracias por haberme permitido hablar contigo. Ha sido un placer.
G: Igualmente. ¡Nos vemos!
Y así terminó, más o menos, este encuentro creacionista. Lo cierto es que Eva era una persona muy educada, correcta y agradable, a diferencia de los elementos que nos hemos encontrado por aquí y por otros foros, que te mandan al infierno a la mínima de cambio. No obstante, tenía bastante follón en la cabeza con todos los conceptos que intentaba manejar. No parecía tener mucha idea y enseguida se quedaba bloqueada. En cualquier caso, como experiencia lo recomiendo.
Entradas relacionadas:
