¿Qué pensarías si en un artículo de una revista científica, de esas que tienen revisión por pares, alguien afirmara que tiene resultados que apuntan que ha encontrado uno de los planes de Dios? ¿Qué pensarías si esa revista afirma que cumple con los estándares científicos y posee un índice de impacto de 0.52*? Así a bote pronto sonaría raro, aunque con la capacidad expansiva de los creacionistas, le daría un pequeño beneficio a la duda.
Hoy me he encontrado en la revista ”Journal of Primatology “ un reciente artículo que lleva por título ”The Evolution of the Primate, Hominid and Human Brain”. En su página 6 podemos leer:
Four 1 in 1000 or 1 in 10,000 events occurring in a row appears like planned evolution rather than Darwinian evolution with remote odds of anywhere between 1 in a trillion and 1 in 10 quadrillion. This indicates that human brain development may have been planned rather than randomly evolved through Darwinian evolution. In this respect “the CG/hyperglycosylated CG human evolution model” could be suggestive of God’s involvement in planning human creation as indicated in the Bible.
En negrita dice que en el modelo que propone el autor se sugiere una intervención divina en la creación del hombre, tal y como está indicado en la Biblia. Eso sí, en el listado bibliográfico aparecen 49 referencias, pero ha olvidado la Biblia.
¿Cómo puede llegar un texto religioso a una revista científica que trata de la evolución del cerebro humano? Para entenderlo hay que ver qué hay detrás de esta revista. Por mucho que el editorial nos diga que “Journal of Primatology” tiene índice de impacto (IP) hay que fijarse en el asterisco que aparece tras el número. En una página de la propia revista nos informa que el IP lo calcula ello en base a…. Da igual, lo calculan ellos, y eso no es serio. El índice de impacto se calcula según unos parámetros bien establecido entre las revistas indexadas en el ”Journal Citation Reports“ que es quien recoge las revistas que cumplen un mínimo de estándares. Y esta revista parece no cumplirlos, ya que no forma parte del JCR.
A mí que una revista científica recoja conclusiones creacionistas me causa sorpresa y estupor, a otros les da una gran alegría. Así el ”Discovery Institute“, un organismo que tiene por objeto difundir el Diseño Inteligente (DI), una variante refinada del creacionismo, está muy contento con artículos como éste. En sus páginas podemos leer:
The appearance of such models in the literature indicates that scientists are increasingly taking seriously the concept of intelligent design.
Para esta gente, que alguien escriba en una revista científica, sea del pelaje que sea, diciendo que el proceso evolutivo es responsabilidad de Dios les acerca al concepto de DI, con lo que definen muy bien lo que en realidad es el DI. Esto es lo que el “Discovery Institute” pretende que se enseñe en clase de ciencias de las aulas de todo el mundo. Y para ello no paran de buscar aliados. Entre los políticos republicanos que no saben nada de ciencia y son profundamente religiosos (hasta un extremo casi fundamentalista) lo tienen muy fácil, pero supuse que en el campo de las publicaciones científicas lo tendrían más difícil. Me equivoqué, cada día hay más revistas, los estándares de muchas de ellas son nulos, con lo que el daño que se está haciendo a la credibilidad de la ciencia es tremendo, y lo peor es que parece ir en aumento. Y los creacionistas lo saben, es parte de su agenda.
